La carne más atractiva para los ladrones

Por qué se roba carne en las tiendas de comestibles

Por Corey Daff

Si te preguntan acerca de tu experiencia más extraña como gerente de prevención de pérdidas, es probable que tengas historias para llenar un libro; especialmente si trabajas en supermercados y tiendas de comestibles, donde los ladrones aprovechan para esconder jamón asado en sus bolsos o afanar todos los solomillos que puedan caber en el pantalón.

Y, aunque algunas historias son divertidas de contar pasado un tiempo, el robo de carne representa un problema grave: cada año, millones de kilos de carne de vaca, cerdo y ternera desaparecen de los estantes. Según la Asociación Nacional para la Prevención del Hurto en tiendas, cada día se roban bienes por un valor total de 35 millones de dólares.

La carne más atractiva para los ladrones

En general, las tiendas de comestibles han experimentado un fuerte aumento en el índice de robos que coincide con la ampliación de su oferta de productos más allá de las categorías de alimentos y bebidas. A menudo, el precio y el valor de los artículos dictan cuáles son más vulnerables al hurto. Según varios supermercados, los artículos más populares entre los ladrones en la actualidad incluyen el detergente Tide, maquinillas de afeitar Gillette, leche de fórmula para bebés, productos electrónicos, baterías, perfumes y medicamentos sin receta, concretamente Prilosec y Abreva. La carne sigue siendo la categoría que más pérdidas sufre.

Según Heather Garlich, del Food Marketing Institute, no es sorprendente «el aumento constante de casos de hurto de carne al por menor observado durante los últimos años. Sabemos, a raíz de conversaciones anecdóticas con nuestros miembros mayoristas y de retail de alimentos, que la carne y los productos de salud y belleza son, de hecho, los productos con mayor propensión a sufrir hurtos». Como ya dijimos en nuestro blog anterior, la crisis de la COVID-19 ha incrementado los precios de la carne debido a que las principales empresas de procesamiento de carne han cerrado o ralentizado sus operaciones. Al mismo tiempo, la demanda de carne en las tiendas de comestibles ha aumentado debido a que más personas comen en casa. Los precios de la carne de vacuno aumentaron más del 11 % en comparación con 2019. Debido a esto, se prevé que los hurtos de carne aumentarán aún más en 2020.

La desesperación o la necesidad no son los principales motivos.

Siempre que se debate sobre el tema del hurto de alimentos, la suposición general es que el culpable actuó por desesperación o por necesidad de alimentarse. Esto puede llevarnos a empatizar con el ladrón e incluso a tratar de justificar su acto.

Sin embargo, la mayoría de la carne que se roba suele ser de cortes más caros como chuletas de cordero, solomillos o vaca Angus. El robo de carne suelen llevarlo a cabo personas que pueden permitirse comprar alimentos pero que, ocasionalmente, quieren recompensarse a sí mismos («He trabajado tanto que merezco un buen bistec») o que se creen con derecho a hacerlo. Como afirma el Dr. Read Hayes, del Loss Prevention Research Council, «la mayoría de los robos son por avaricia, no por necesidad». «Lo cierto es que no necesitan el bistec, pero en su fuero interno tratan de justificar su comportamiento. Es una gran corporación; cobran demasiado; todos lo hacen».

El hurto en tiendas es principalmente un acto impulsivo. Según Barbara Staib, de la Asociación Nacional para la Prevención del Hurto, siete de cada diez ladrones no planifican sus actos con antelación. Lo cierto es que existen profesionales organizados, pero la mayor parte de las pérdidas provienen de personas comunes.

Guardar bajo llave no es una opción

Aunque los retailers y las farmacias guardan bajo llave sus artículos más vulnerables (como los medicamentos para la tos con pseudoefedrina, los perfumes o los cigarrillos) en vitrinas o mostradores de seguridad, esto no es del todo posible en el caso de la carne. Algunas tiendas están contratando guardias de seguridad y capacitando al personal para vigilar comportamientos sospechosos, lo cual es un desafío porque, en realidad, no hay un tipo de carne estereotipada. Algunos retailers de alimentación han llegado a contratar detectives especiales para que recorran y vigilen sus tiendas, especialmente la sección de carnes.

Enjuiciamiento y otras consecuencias  

El mecanismo de disuasión más eficaz para el robo es el enjuiciamiento. Sin embargo, la mayoría de los departamentos de policía disponen de poco personal y no tendrán la capacidad para arrestar a todas las personas que roban un bistec por un valor de 20 USD. Por ejemplo, en Dallas, Texas, los robos por un valor inferior a 50 USD no se persiguen.

Entonces, ¿qué pueden hacer las tiendas, más allá de publicar códigos de conducta o de prohibir la entrada a los infractores reincidentes?

¿Cómo puedes proteger tus productos cárnicos?

Los vendedores están recurriendo a la tecnología para disuadir a los ladrones. Una opción eficaz es el uso de la tecnología de vigilancia electrónica de artículos en combinación con nuevas etiquetas de seguridad innovadoras, aptas para productos de alimentación, que resisten la refrigeración y el congelamiento, son aptas para microondas y cumplen con las normas de salud y sanitarias.

¿Cómo determinar qué etiquetas antirrobo puedo utilizar?

Es esencial proteger los productos cárnicos con etiquetas antirrobo diseñadas para resistir condiciones de humedad y frío durante largos períodos de tiempo. Para proporcionar la mejor seguridad, se deberá tener en cuenta el envasado y el producto, además de evaluar dónde y en qué condiciones se deben aplicar las etiquetas. Los factores clave para determinar qué etiquetas antirrobo se deben utilizar en los productos cárnicos son:

En función de los factores mencionados, ofrecemos diferentes tipos de adhesivos y capas superiores para garantizar que la etiqueta antirrobo funciona de la mejor manera. Las etiquetas están diseñadas para resistir condiciones de frío y humedad durante períodos de tiempo más prolongados y se pueden aplicar cerca del producto sin riesgo de desajustarse o desprenderse.

Las opciones incluyen:

La etiqueta autoaplicable se aplica en el lugar de origen durante la fase de envasado. Estas etiquetas están diseñadas específicamente para su aplicación automática y se pueden «insertar» entre la etiqueta de la marca/el producto y el envase.

Documento técnico

Cómo proteger productos cárnicos refrigerados y congelados

El robo de carne supone un problema grave para los retails de alimentación. Cada año se producen pérdidas millonarias por productos que desaparecen de las estanterías.

Este documento técnico explica las opciones de etiquetado (en origen) de productos cárnicos refrigerados y congelados con etiquetas específicas de vigilancia electrónica de artículos (EAS). ¿Cuáles son los factores más importantes que influyen en la detección y desactivación de etiquetas? ¿Qué influencia tiene la vida útil en el rendimiento de la etiqueta y qué opciones existen en términos de diseño de la etiqueta?

Ejecutivo de cuentas de ventas de EE. UU.
Corey Daff